El proyecto transforma un local estrecho del Barrio Viejo en un espacio acogedor que combina obrador y cafetería bajo un mismo concepto: acercar la artesanía al visitante. El interiorismo parte de una estética doméstica reinterpretada —colores suaves, mobiliario a medida y electrodomésticos vintage— para generar proximidad y naturalidad.
La secuencia espacial se organiza como un recorrido progresivo: desde la zona de venta abierta a la calle, luminosa y amable, hasta una sala interior que integra la cocina vista y pone en valor los muros de piedra originales. El pavimento hidráulico y la iluminación cálida unifican el conjunto y aportan un carácter acogedor.
El resultado es un espacio que comunica autenticidad y cuidado por el detalle, donde el proceso artesanal se hace visible y forma parte de la experiencia del cliente. Un interior que se siente cercano, honesto y delicadamente cotidiano.
Año: 2017
Superficie: 110 m2
Presupuesto: 72.000 Euros
Arquitectura & Interiorismo: AAFV Arquitectura